Dentro de Malfoy
Manor, la gran escalinata de mármol se alzaba imponente al centro de la
mansión. La magnificencia de sus salones y habitaciones no tenían comparación
con ninguna otra. Cualquiera que entrara en esta inmensa casa, podía
perfectamente comprender por qué los miembros de la familia Malfoy consideraban
el resto de hogares como viviendas poco dignas.
Draco bajaba la
imponente escalinata con paso seguro, camino a la biblioteca. Su porte era
digno de un Malfoy. Iba vestido con una túnica y ropas completamente negras,
que hacían un soberbio contraste con su blanca piel y su cabello rubio. Era
alto y atlético. Y al igual que su padre, su sola presencia imponía respeto.
Por sus fuertes
pisadas, sus botas resonaban en el frío mármol mientras atravesaba el largo
pasillo. Había sido llamado a la primera reunión importante de mortífagos. Se
notaba que algo significativo estaba sucediendo, pues su padre lo había mandado
a llamar de manera urgente. Al entrar a la biblioteca, reconoció a tres de sus
ex compañeros entre los hombres que se encontraban allí. Crabbe y Goyle estaban
presentes con sus respectivos padres, junto a Blaise Zabini y otros mortífagos
que habían trabajado por años con su padre. Severus Snape se encontraba en un
sillón de cuero cerca de la chimenea.
Su padre inició la
reunión, en su calidad de mano derecha de Lord Voldemort.
—Quiero decirles que
este es el grupo de extrema confianza del Señor Tenebroso y él ha dado orden
expresa de que iniciemos las acciones de terror en el mundo mágico. Dentro de
unos años, todos los magos y brujas recordarán estos tiempos como los más
decisivos para perpetuar la pureza de la sangre.
Mientras su padre
hablaba, Draco no pudo evitar que un pequeño estremecimiento recorriera su
cuerpo. Los días de zozobra y violencia estaban comenzando, era el momento que
más había ansiado y temido. Todo su futuro dependía del curso que tomara la
guerra: su vida junto a Hermione y su hijo pendían de un débil hilo y era
imperioso que trabajara para que el lado oscuro nunca triunfara.
Su actitud frente a su
padre y el grupo de mortífagos parecía fría y calculadora. Su mirada era de
hielo y sus facciones estaban endurecidas, no dando lugar a que nadie pudiera
leer sus pensamientos ni sus sentimientos. Su tía Bellatrix le había enseñado
oclumancia, antes de iniciar su quinto año y estas reuniones era cuando más
ponía en práctica sus enseñanzas.
—El Lord quiere que
nuestro primer golpe esté dirigido a Dumbledore —les exigió—. No atacaremos Hogwarts porque ponemos
en riesgo a los hijos de familias prominentes de raza pura, pero lo haremos de
tal manera que no quepa duda que el ataque lleva dedicatoria. Avery, McNair y
Nott serán los encargados de organizarlo y dirigirlo cuando lo llevemos a cabo.
Su padre siguió dando
indicaciones.
—También tenemos orden
de iniciar la vigilancia de Potter, Weasley y a la sangre sucia de Granger —al escuchar estas
palabras, la mandíbula de Draco se tensó pero se mantuvo imperturbable—. Zabini, Crabbe y
Goyle como sus ex compañeros, pueden comenzar con esa tarea. Todas las semanas,
quiero detalles de todos y cada uno de sus movimientos. Zabini, tú te
encargaras de Potter, no tengo que recordarte lo importante que es para el
Señor Tenebroso, ¿verdad?
—Lo sé —respondió escuetamente
Zabini e intercambió miradas y sonrisas de complicidad con los demás chicos,
emocionados por iniciar sus labores en el lado oscuro. Sería una placentera
manera de cobrarse todas las bromas y humillaciones que el trío dorado les
había hecho pasar en sus días de escuela. Entonces, Lucius se dirigió a Draco y
a Snape.
—Draco, sé que estás
enterado de que el Lord necesita de una poción complicada que Severus inició
antes de que dejaras Hogwarts —su hijo solo le hizo un movimiento afirmativo con la cabeza—. Es imperativo que la
continúen y que esté lista lo antes posible.
—Sabes que las pociones
no hay que forzarlas a estar listas, sino puede ser peligroso para quien las
bebe, ¿verdad? —le
dijo Snape en su característico tono de voz.
—Lo sé, pero eso no le
resta la urgencia.
—Bien, la poción que
iniciamos estará lista en unos cuatro meses más, pero sugiero que hagamos una
segunda que nos garantice que tendremos suficiente para lo que el Señor
Tenebroso necesite —sugirió
Snape.
—Eso me parece bien. Se
lo informaré al Lord para que lo autorice. Mientras, Draco seguirá siendo tu
ayudante —ordenó Lucius.
Luego la reunión se
tornó más operativa con las indicaciones de lo que debían hacer los mortífagos
para el primer ataque. No se definió nada en concreto todavía. Pero cuando se
dio por terminada la reunión, todos se retiraron excepto Snape, quien
permaneció sentado en el sillón de cuero. Draco comprendió que debía quedarse
con él en la biblioteca.
—¿Estás seguro de lo
que estás haciendo? —lo
cuestionó Snape por enésima vez, cuando quedaron completamente solos.
—Lo estoy —le respondió con
seguridad.
—Si me mientes lo sabré
—le afirmó y añadió—: Antes de que sigamos
en nuestra asignación, necesito confirmar algo… ¿es verdad que estás esperando
algo muy importante con una sabelotodo en particular?
—Es verdad —respondió lacónico.
—¿Para cuándo?
—Para febrero.
—¿Es esa la única razón
de tu cambio? —mientras
preguntaba, Snape lo observaba fijamente a los ojos. Se había puesto de pie,
con los brazos cruzados en el pecho y una expresión dura en el rostro.
—Es la más importante,
pero no la única, aunque preferiría no entrar en detalles —le contestó Draco casi en la misma forma.
—Y es una razón muy
poderosa pero tus convicciones deben estar claras, sino puedes flaquear en el
momento decisivo —le
dijo.
Draco asintió con la
cabeza, comprendía los temores de Snape pero le respondió con firmeza.
—No flaquearé.
—Bien, me han
encomendado que de ahora en adelante yo también sea tu enlace para darte
noticias de ella. Estamos trabajando en una poción doble en el lado oscuro, lo
que se ajusta también a la situación en la que ella está. Así que cualquier
cosa urgente que necesites saber, te lo avisaré por lechuza y me referiré a la
poción doble ¿entendido?
—Sí, señor.
—Lo has oído, está
vigilada y no quiero escuchar rumores de que te han visto por su casa. Busquen
un terreno neutral donde puedan verse, lo mínimo indispensable. ¿Está claro?
—Sí, señor.
Snape se puso de pie y
mientras se dirigía a la puerta, siguió dándole instrucciones.
—Trabajaremos la poción
en mi casa de Spinner’s End. Puedes llegar por la Red Flu, pero te avisaré
cuando comenzaremos el trabajo.
Salieron de la
biblioteca y se dirigieron al salón, donde se encontraban Lucius y Narcisa
esperando a Draco. Estaban brindando por la llegada de lo que consideraban
mejores tiempos e invitaron a Snape y a su hijo a unírseles, pero el profesor
declinó el ofrecimiento.
—Debo regresar a Hogwarts
para no levantar sospechas —se excusó. Antes de salir del salón y con su característica manera
de hablar, se volvió hacia Lucius—. Debo felicitarte por tu hijo, se desenvuelve
bastante bien creo que tiene mucho futuro en el bando que ha escogido.
El pecho de Lucius se
infló lleno de orgullo, pero solo Draco sabía el real significado de esas
palabras.
*****
Era el primer sábado
del año que los estudiantes podían visitar Hogsmeade. Ron y Harry estaban
bastante emocionados porque luego de varios meses podrían ver a sus novias.
Había sido un poco complicado para las dos parejas, porque luego de verse todos
los días en el colegio, ahora tenían que contactarse solo por cartas.
Hermione se encontraba
con ellos en Las Tres Escobas. En un inicio había considerado rechazar la
invitación a ir con ellos al pueblo, porque no quería ser un mal tercio para
ninguna de las parejas. Pero era tal su aburrimiento —solo salía a sus clases en San Mungo— y sus amigos
insistieron tanto, que aceptó salir con ellos en ese fin de semana. Solo les
puso una condición: nada de dejarla sola en Las Tres Escobas ni en ninguna otra
parte.
Mientras se
encontraban en el bar, Hermione comenzó a sentirse incómoda. Vario alumnos de
Hogwarts se acercaron a saludarlos y todos ponían cara de desconcierto al ver
el vientre de cinco meses de embarazo de Hermione. Miraban de uno a otro a Ron
y Harry, como esperando que les dijeran quién era el padre y se retiraba
cuchicheando entre ellos, al no recibir una respuesta satisfactoria.
Natalie McDonald, una
chica de Gryffindor que cursaba quinto año, fue más directa y le preguntó si se
había casado.
—No, Natalie, soy madre
soltera —le respondió la
castaña.
La chica se retiró.
—Harry, ahora comprendo
cómo te sientes cada vez que alguien ve primero tu cicatriz —le dijo con enfado.
—No te pongas así, la
gente es chismosa por naturaleza… —le contestó Harry.
—Sí, pero es incómodo
que la gente primero vea mi vientre y luego mi cara. Además, todos se quedan
esperando que uno de ustedes acepte ser el padre, ¿a qué no?
—Sí, pero no por eso te
vas a esconder todo el embarazo —le dijo Ron con firmeza—. Los tres sabíamos que esto pasaría. Tú no
tienes una pareja conocida y mientras no nos afecte con Luna y con Ginny,
nosotros no tenemos problema en ser los potenciales padres de tu hijo. ¡Total!
Los que hagan apuestas por alguno de nosotros perderán estrepitosamente.
Los tres rieron por el
comentario. Hermione le estaba agradecida, pues sin el apoyo de sus amigos
difícilmente podría sobrevivir esos meses. Ya llegaría el momento de hablar de
quién era el padre.
Luna y Ginny se les
unieron en el bar. Las dos iban felices y dispuestas a pasar un día tranquilo.
Al acercarse a la mesa, abrazaron con genuino cariño a Hermione y le
acariciaron la barriguita. Luego, para descontento de todos los chismosos,
fueron recibidas con sendos besos y abrazos de sus respectivos novios. Los
murmullos de las otras mesas eran más que evidentes.
—Lamento los
comentarios —les
dijo Hermione.
—Tú no te preocupes.
Aunque tengan la verdad en sus narices, la gente mira lo que le da la gana —sentenció Luna.
—Sí nos dieran un
galeón por cada comentario estúpido, seguramente nos haríamos millonarios, pero
los chismosos no nos dan de comer, así que ignóralos —la instó Ginny, como siempre con su
carácter decidido.
Después de un rato,
Hermione tuvo la necesidad de ir al baño. Es una de las cosas que no me gustan
del embarazo, les comentó entre risas a sus amigos. Se disponía a salir del
sanitario de nuevo al bar, cuando un pequeño estallido la hizo saltar del
susto. Alguien se había aparecido dentro del baño.
Ahogó un grito de
angustia al ver a unos pasos de ella a un hombre vestido completamente de negro
y con la cara cubierta. ¡Un mortífago! Mil cosas pasaron por su cabeza, sacó la
varita de la túnica, pero se precipitó a la salida para escapar de allí lo
antes posible. No llegó siquiera a tocar el pomo de la puerta porque el
encapuchado se abalanzó sobre ella, impidiéndole cualquier movimiento.
El corazón le latía a
mil, el desconocido le había arrebatado la varita y la tenía inmovilizada
apretándola contra la pared y podía hasta sentir su respiración entrecortada
resoplando en su cara. Estaba a punto de comenzar a gritar pidiendo ayuda
cuando vio sus ojos…
—Draco…
—Deben salir de Hogsmeade ahora mismo —le urgió.
EL PRÉSTAMO URGENTE ESTÁ DISPONIBLE AHORA
ResponderEliminarHOY RECIBÍ LA CANTIDAD DE PRÉSTAMO DESEADA $760,000.00 DE UNA COMPAÑÍA DE PRÉSTAMOS CONFIABLE Y CONFIABLE LA SEMANA PASADA ¿NEGOCIO/HOGAR/EMPRESA/PROYECTO/PRÉSTAMO PERSONAL? AHORA SON ASEQUIBLES AQUÍ PARA USTED HOY CONTACTO Whatsapp +1(541)279-1406 Correo electrónico profdorothyinvestments@gmail.com
Hola, estoy aquí para testificar de cómo obtuve mi préstamo comercial de bienes raíces de PROF. MRS.DOROTHY JEAN INVESTMENTS (profdorothyinvestments@gmail.com) No sé si necesita un préstamo urgente para pagar facturas, iniciar un negocio o construir una casa, ofrecen todo tipo de préstamos que van desde $5,000.00 hasta $2,000,000.00USD con una baja tasa de interés del 2% y la duración del préstamo de 1 a 33 años para devolver el préstamo seguro y no garantizado. ¿Está perdiendo el sueño por las noches preocupado por cómo obtener un prestamista de préstamo legítimo?
MRS.DOROTHY JEAN tiene toda la información sobre cómo obtener dinero de forma rápida y sin dolor sin costo/estrés a través de Contactos Número de Whatsapp +1 (541) 279-1406 Correo electrónico profdorothyinvestments@gmail.com